La historia del pintor Raúl Cabrera, es la historia de un artista desamparado. Es la historia de un niño que, al poco tiempo de nacer, fue "depositado" en un Asilo.
La historia de un hombre que fuera ingresado a un Hospital psiquiátrico como forma de dar solución temporaria a su necesidad de vivienda y alimento, y que años más tarde fuera trasladado a otro establecimiento en donde padecería por más de treinta años la reclusión ominosa y la agresión repetida de los electrochoques.
Es la historia, de un hombre diminuto, de aspecto tan vulnerable, que nadie conseguió explicarse cómo pudo soportar tantos inviernos y tantos infiernos.
Pero sobre todo, es la historia de un ARTISTA MAYOR, de un creador genial e inclaudicable. Porque el pincel, la prolongación de su mano, no se detuvo jamás, pese a todo y a casi todos.
Y esa libertad creadora es la paradoja de un hombre encerrado.
Este libro pretende contar las vivencias de la obra de teatro desde su gestación hasta nuestros días, recordando el tiempo del acopio de datos, los primeros apuntes, la escritura en hojas sueltas. Luego de acabada la obra, los ensayos, el trabajo mancomunado con Carlos, la búsqueda estética. Y después del estreno el camino recorrido dentro y fuera de fronteras, las anéctdotas, las emociones.
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